Me encontraba esperando el autobús, ensimismado en mis pensamientos, cuando se me ocurrió como podría quedar en foto la sombra del árbol que tenía enfrente. Sin nada mejor que hacer, saque la cámara y empecé a jugar con los controles y diferentes encuadres.
Para mi sorpresa y frustración se colaba un pie en cada toma. Hasta entonces no me había dado cuenta de la cantidad de gente que pasa por ahí, algo por otra parte lógico teniendo en cuenta que la parada se encuentra en la puerta de Correos. (Distraído que es uno.)
Ante tal situación, decidí cambiar de estrategia y dedicarme a cazar pies.
El rato que tardó en llegar el autobús me permitió obtener una pequeña colección de las cuales hoy os presento una selección.
La próxima ocasión saldré a cazar pies y, con un poco de mala suerte, os traeré de vuelta alguna sombra interesante.
Feliz semana!¡